De todas las casas rurales en que hemos estado, y ya son unas pocas, en ninguna nos hemos sentido tan cómodos como en ésta. Lo primero el trato de las propietarias, Nazaret, madre e hija. Fantástico, encantadoras, con plena confianza, con excelentes recomendaciones, facilitándote el viaje. Luego la casa. Completa es poco. No le falta nada de nada. La decoración (las fotos hoy en día no le hacen justicia, pues ya hay varios cambios) es perfecta, acogedora.
Comodísima, estupenda calefacción, además de la chimenea, que tiraba a la perfección.
Y la ubicación es perfecta. A tiro de piedra de Salamanca y de Zamora, para los más urbanitas y de Las (los) Arribes del Duero para los camperos. En pocos kilómetros te plantas en Las Arribes, norte por Fermoselle, centro por Aldedávila o sur por Saucelle., o en Portugal. Y, por supuesto, Ledesma, un pueblecito muy guapo, muy cuidado, que merece la pena recorrer y al que no le faltan tampoco servicios: restaurantes, gasolinera, cajeros...
Resumiendo, estancia perfecta en el sitio perfecto. Ideal para ir de cuatro a siete días. No os lo perdáis.
Un saludo para todos y un beso para las Nazaret.